Más allá de ser una simple rutina de aseo el cepillado de los animales de granja, especialmente del ganado, tiene un impacto positivo significativo en su bienestar y en la productividad del hato.
Cepillar a un animal es una interacción positiva que genera una sensación de calma y seguridad. Al disminuir el estrés se mejora el bienestar general del animal lo cual funciona como una forma de optimizar su rendimiento productivo.
De igual manera elimina la suciedad, parásitos externos y el pelo muerto, previniendo la aparición de infecciones cutáneas y manteniendo un pelaje sano y brillante.
También se pueden detectar a tiempo heridas, tumores u otras afecciones cutáneas, lo que permite un tratamiento más rápido y eficaz.
Representa una oportunidad para establecer un vínculo más estrecho con los animales, lo que facilita su manejo y reduce la resistencia a las tareas de rutina.
Como si fuera poco diversos estudios científicos han demostrado que los animales cepillados regularmente presentan mejores indicadores productivos, como un aumento en la producción de leche y una mayor tasa de crecimiento.
Por último ten siempre en cuenta que con esta maniobra no solo estamos mejorando su calidad de vida sino que también estamos contribuyendo a la sostenibilidad de nuestra producción ganadera.
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