¿Quién dijo que producir más significaba contaminar más? En el mundo de la ganadería, la productividad se ha convertido en un aliado inesperado para reducir nuestra huella de carbono. Sí, has leído bien: ¡producir más carne y leche puede ser más sostenible!
El secreto está en los números
Imagina dos escenarios: en el primero, tienes un rebaño de vacas que produce una cantidad limitada de carne y leche. Para cubrir la demanda, necesitas más animales, lo que se traduce en más emisiones de metano y una mayor presión sobre los pastos.
En el segundo escenario, tienes un rebaño más eficiente, donde cada vaca produce más, lo que te permite satisfacer la demanda con menos animales y por lo tanto, con una menor huella de carbono.
¿Cómo aumentar la productividad?
La clave está en optimizar cada etapa de la producción:
Genética: Seleccionar animales con mayor potencial productivo y resistencia a enfermedades.
Nutrición: Ofrecer una alimentación balanceada y de alta calidad, que maximice el crecimiento y la producción.
Salud: Implementar programas de prevención y control de enfermedades, para mantener a los animales sanos y productivos.