¿Alguna vez te has preguntado por qué algunos animales parecen tenerlo todo? Un crecimiento más rápido, una carne más sabrosa, una mayor producción de leche... La respuesta está en sus genes.
La genética es la clave para entender y mejorar el rendimiento de nuestros animales. El ADN es como un mapa del tesoro que revela las características y potencialidades de un animal.
Al igual que un agricultor selecciona las mejores semillas para obtener una cosecha abundante los ganaderos buscan aquellos animales con los mejores genes para transmitir a sus descendientes.
Animales con una genética superior son más eficientes en la conversión de alimentos en producto final (carne, leche), lo que se traduce en mayores ganancias para el productor.
Asimismo, la genética influye directamente en la calidad de los productos obtenidos. Carnes más tiernas, leche con mayor contenido de grasa y proteína son solo algunos ejemplos.
El ganado que cuenta con una genética más robusta es menos susceptible a enfermedades, lo que reduce los costos de producción y mejora el bienestar animal.
El futuro de la ganadería es genético
La genética está revolucionando la producción animal. A través de la selección asistida por marcadores moleculares podemos identificar animales con genes de interés con mayor precisión y rapidez.
Además, las nuevas tecnologías de edición genética abren un mundo de posibilidades para mejorar la salud y el bienestar de los animales, así como para desarrollar productos más saludables y sostenibles.
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