En un giro inesperado de la lucha contra las plagas, científicos de toda América Latina están librando una guerra silenciosa contra el gusano barrenador del ganado.
De acuerdo con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) Centroamérica se está infestando de gusanos barrenadores del ganado, un parásito ya endémico en América del Sur.
El gusano barrenador del ganado, Cochliomyia hominivorax, es una larva de mosca parasitaria que se alimenta de la carne de animales de sangre caliente, incluidos los humanos.
Cuando la larva de la mosca eclosiona en tejido animal se produce una infección llamada miasis, que es endémica en algunas islas del Caribe y en la mayoría de los países de América del Sur, y tiene un efecto devastador en la producción pecuaria, al incrementar las tasas de mortalidad y reducir la producción de leche y carne.
LUCHA CONTRA LA PLAGA
El Centro Conjunto FAO/OIEA de Técnicas Nucleares en la Alimentación y la Agricultura (Centro Conjunto FAO/OIEA) presta apoyo a un total de 14 países de América Latina, a fin de proteger el ganado y los medios de subsistencia aplicando la técnica del insecto estéril (TIE), un método de control de plagas respetuoso con el medio ambiente que se viene utilizando satisfactoriamente desde hace más de 60 años para hacer frente a plagas dañinas para el ganado.
La TIE consiste en esterilizar mediante radiaciones ionizantes a millones de insectos macho, que luego se sueltan a un entorno natural para que se apareen con hembras silvestres.
Como al aplicar esta técnica no se puede producir descendencia, la población silvestre del portador de la enfermedad disminuye drásticamente, al tiempo que se reduce al mínimo el uso de plaguicidas.
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