La producción avícola, al igual que otras actividades agropecuarias enfrenta el desafío de conciliar la fabricación de alimentos con la preservación del medio ambiente.
La sostenibilidad en este sector implica adoptar prácticas que minimicen el impacto ambiental, garanticen el bienestar animal y aseguren la viabilidad económica de las granjas.
Para garantizar esto se debe tomar en cuenta un conjunto de factores que se muestran a continuación:
La producción avícola genera residuos orgánicos, consume agua y energía y puede contribuir a la emisión de gases de efecto invernadero.
Asimismo, las aves deben vivir en condiciones que respeten sus necesidades fisiológicas y etológicas.
Las prácticas sostenibles a largo plazo pueden mejorar la eficiencia y reducir costos.
¿Cuál es el impacto ambiental?
Si se aplica el proceso de sostenibilidad habrá una menor emisión de gases de efecto invernadero, menor consumo de recursos naturales y menor generación de residuos.
Los consumidores cada vez demandan productos provenientes de sistemas de producción sostenibles.
La transición hacia sistemas de producción avícola más sostenibles requiere un esfuerzo conjunto de productores, gobiernos, investigadores y consumidores.
A través de la implementación de buenas prácticas, la adopción de tecnologías innovadoras y la promoción de la investigación, es posible construir un futuro más sostenible para la avicultura.
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