Comodidad en el descanso bovino: los beneficios de la cama fría

 


¿Sabías que la comodidad de nuestras vacas puede influir directamente en la calidad de la leche? ¡Así es! Y una de las innovaciones más interesantes en el sector es la cama fría.

¿Qué es la cama fría? Imagina un colchón natural para tus vacas, pero sin el calor ni la humedad que generan las camas tradicionales.

Se trata de un sistema que utiliza materiales inertes, como arena o viruta de madera tratada, para crear un lecho fresco y seco.

Al no descomponerse, estos materiales evitan la fermentación y la proliferación de bacterias, garantizando un ambiente más saludable y cómodo para los animales.

Beneficios de la cama fría:

Mayor bienestar animal: Las vacas descansan mejor, reduciendo el estrés y mejorando su salud general.

Mejora de la calidad de la leche: Al disminuir las infecciones y las mastitis, se obtiene una leche de mayor pureza.

Reducción de olores: La cama fría genera menos amoníaco y otros gases, mejorando la calidad del aire en el establo.
Menor consumo de agua: Al no necesitar agua para lavar la cama, se reduce el consumo de este recurso.

¿Cómo funciona?

El principio es sencillo: se utiliza una capa gruesa de material inerte en el área de descanso de las vacas.

Este material se remueve periódicamente para mantenerlo limpio y seco.

La clave está en elegir el material adecuado y en realizar un manejo correcto de la cama.



Cómo afecta el impacto del cambio climático a la ganadería

 


Nuestro planeta se calienta y la ganadería no es ajena a esta realidad. Las sequías prolongadas, las lluvias torrenciales, el aumento de las temperaturas y los eventos climáticos extremos están transformando las condiciones en las que criamos a nuestros animales.

¿Cómo afecta el cambio climático?

Las sequías prolongadas reducen la producción de pasto, lo que dificulta alimentar al ganado. Por otro lado, las lluvias intensas pueden provocar inundaciones y pérdida de vegetación indispensable para la alimentación ganadera.

De igual manera el estrés por calor, la propagación de enfermedades y la aparición de nuevos parásitos son cada vez más comunes.

Las condiciones climáticas extremas pueden afectar la calidad nutricional de los alimentos y por ende, la calidad de los productos lácteos y cárnicos.

La escasez de agua dulce es un problema creciente en muchas regiones, lo que obliga a los ganaderos a buscar soluciones innovadoras para garantizar el suministro de agua para sus animales.

Los eventos climáticos extremos pueden generar pérdidas económicas significativas debido a la muerte de animales, la destrucción de infraestructuras y el aumento de los costos de producción.

El cambio climático es un desafío pero también una oportunidad para innovar y desarrollar prácticas más sostenibles. Los ganaderos que se adapten a las nuevas condiciones y tecnologías limpias serán los que saldrán fortalecidos de esta crisis.

La lengua azul, un enemigo invisible en los rebaños

 



La ganadería, como cualquier otra actividad agrícola, enfrenta diversos desafíos. Uno de ellos, silencioso pero letal, es la lengua azul.

Esta enfermedad viral, transmitida por mosquitos, ha cobrado protagonismo en los últimos años generando preocupación entre los productores de todo el mundo.

¿Qué es la lengua azul y por qué es peligrosa?

La lengua azul es una enfermedad viral que afecta principalmente a rumiantes como ovejas, cabras y, en menor medida, bovinos. El virus causa fiebre, inflamación de la lengua (de ahí su nombre), salivación excesiva, dificultades respiratorias y en casos graves, la muerte del animal.

La prevención es la mejor herramienta para combatir esta enfermedad y algunas medidas clave incluyen:

Vacunación: Es la medida más eficaz para prevenir la enfermedad.

Control de vectores: La eliminación de criaderos de mosquitos y el uso de insecticidas pueden ayudar a reducir la transmisión del virus.

Bioseguridad: Implementar estas medidas en las explotaciones ganaderas para evitar la introducción del virus es vital para erradicarla.

Vigilancia epidemiológica: Es importante monitorear la aparición y reportar cualquier caso sospechoso a las autoridades sanitarias.

El cambio climático está favoreciendo la expansión de los vectores de la lengua azul, lo que aumenta el riesgo de brotes en nuevas regiones. Las temperaturas más altas y las lluvias irregulares crean condiciones ideales para la proliferación de mosquitos.

El secreto detrás de la cama caliente para el ganado

 


La cama caliente, como su nombre lo dice, es un sistema de manejo de camas que consiste en mantener una capa de material orgánico (paja, aserrín o virutas de madera) en los establos a una temperatura constante y con un nivel de humedad adecuado.

Esto se basa en la fermentación de la materia orgánica. A través de la adición regular de material fresco y la remoción de la fracción más húmeda, se mantiene una temperatura constante y un ambiente aeróbico en la cama.

Este ambiente cálido y seco proporciona un entorno más cómodo y saludable para los animales, que reducen significativamente el riesgo de anomalías

La superficie seca y cálida de la cama inhibe el crecimiento de bacterias y hongos, reduciendo el riesgo de mastitis, pododermatitis y otras enfermedades comunes en el ganado.

Asimismo ayuda a reducir el amoníaco y otros gases nocivos en el aire del establo, lo que beneficia tanto a los animales como a los trabajadores del espacio ganadero.

Los animales más cómodos y saludables suelen tener una mayor producción de leche y carne.

Esta práctica también puede reducir los costos de producción al disminuir el uso de antibióticos y otros medicamentos, así como al mejorar la eficiencia reproductiva.

La cama caliente es una opción ideal para cualquier productor que busque mejorar el bienestar de sus animales y la sostenibilidad de su explotación. Es especialmente recomendable para sistemas de producción intensiva donde los animales pasan la mayor parte del tiempo en el establo.

¿Cuántas reses hay en Venezuela? Proponen un censo para saberlo

 


Diversos actores de la industria ganadera junto con el apoyo de instituciones gubernamentales propusieron la realización de un censo nacional de ganado.

Esta iniciativa busca obtener un panorama preciso y actualizado del estado actual del hato ganadero nacional, un dato fundamental para tomar decisiones estratégicas e impulsar el desarrollo del sector.

En este sentido, el director del Instituto Venezolano de la Leche y de la Carne (Invelecar), Rodrigo Agudo, aseguró que en cifras generales, Barinas es el tercer estado ganadero del país.

A su juicio la ganadería en el país se encuentra “estabilizada” desde hace aproximadamente 15 años. “No hemos pasado, desde el 2007- 2008, de los 12 millones de cabezas de ganado”.

Recordó que a finales de los años 90 el rebaño vacuno en el país se encontraba por los 17 millones de cabezas.

La importancia de un censo ganadero

La realización del permitirá conocer con exactitud el número de cabezas de ganado existentes en el país, su distribución geográfica, las razas predominantes y las principales características productivas.

Igualmente se podrá:

Optimizar la producción: Al conocer las fortalezas y debilidades del sector, se podrán implementar programas de mejora genética, nutrición y sanidad animal más eficientes.

Fomentar la inversión: Un conteo confiable atraerá inversiones nacionales e internacionales generando oportunidades de crecimiento y desarrollo para los productores.

Garantizar la seguridad alimentaria: Conocer el potencial productivo del sector permitirá asegurar el abastecimiento de carne y otros productos derivados del ganado.

Fortalecer las políticas públicas: Los datos obtenidos servirán de base para diseñar políticas públicas más efectivas y acordes a las necesidades del sector.

¿Por qué el cepillado es esencial para el bienestar animal?

 


Más allá de ser una simple rutina de aseo el cepillado de los animales de granja, especialmente del ganado, tiene un impacto positivo significativo en su bienestar y en la productividad del hato.

Cepillar a un animal es una interacción positiva que genera una sensación de calma y seguridad. Al disminuir el estrés se mejora el bienestar general del animal lo cual funciona como una forma de optimizar su rendimiento productivo.

De igual manera elimina la suciedad, parásitos externos y el pelo muerto, previniendo la aparición de infecciones cutáneas y manteniendo un pelaje sano y brillante.

También se pueden detectar a tiempo heridas, tumores u otras afecciones cutáneas, lo que permite un tratamiento más rápido y eficaz.

Representa una oportunidad para establecer un vínculo más estrecho con los animales, lo que facilita su manejo y reduce la resistencia a las tareas de rutina.

Como si fuera poco diversos estudios científicos han demostrado que los animales cepillados regularmente presentan mejores indicadores productivos, como un aumento en la producción de leche y una mayor tasa de crecimiento.

Por último ten siempre en cuenta que con esta maniobra no solo estamos mejorando su calidad de vida sino que también estamos contribuyendo a la sostenibilidad de nuestra producción ganadera.


La IA como aliada del ganadero: mayor productividad y rentabilidad

 

Gracias a los avances en inteligencia artificial (IA) los productores ahora cuentan con una herramienta poderosa para optimizar la reproducción de sus animales y aumentar significativamente las tasas de preñez.

¿Cómo funciona?

Sistemas de IA avanzados son capaces de analizar grandes cantidades de datos provenientes de sensores y dispositivos conectados a los animales, como pulseras inteligentes y cámaras. Estos datos incluyen información sobre el comportamiento, la actividad física, patrones de alimentación y signos fisiológicos de las vacas.

Al procesar esta información la IA puede identificar con alta precisión los momentos óptimos para la inseminación artificial lo que se traduce en un aumento significativo de las tasas de concepción.

Además puede ayudar a identificar problemas de salud reproductiva en etapas tempranas permitiendo una intervención oportuna.

Beneficios de la IA en la reproducción bovina:

Mayor precisión en la detección del celo: Permite identificar los signos sutiles del celo que pueden pasar desapercibidos para el ojo humano lo cual aumenta la probabilidad de éxito en la inseminación.

Optimización de los recursos: Al reducir el número de inseminaciones necesarias se ahorra tiempo y dinero.

Mejora de la eficiencia reproductiva: Las tasas de preñez más altas se traducen en un mayor número de terneros nacidos y, por lo tanto, en una mayor producción de carne y leche para la población.

Reducción del estrés animal: Al minimizar las manipulaciones innecesarias se reduce el estrés de los animales lo que favorece su bienestar y productividad.

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